miércoles, 3 de julio de 2013

Cerrar ventanucos, abrir ventanas. Una nueva etapa.

Hace varios años compré una caja para guardar recuerdos, y desde entonces tengo la manía de guardar hasta lo más insignificante... Eso conlleva la tarea de, más o menos dos veces al año, hacer limpieza de LA CAJA. Haciendo limpieza he encontrado un recorte de periódico muy especial del que os muestro dos fotos


(Lo siento, no sé darles la vuelta)
Pero lo importante de esto es que al verlas han sucedido dos cosas, la primera es que se me ha erizado el vello, la segunda es que me he dado cuenta de que, a pesar de que este curso he tenido este espacio un tanto olvidado, no había llegado a cerrarlo del todo y que, si no voy a cerrar el blog, si que tengo que cerrar una parte de este, su parte original. 
Este blog nació después de que yo empezase a colaborar con el departamento de coeducación de mi instituto. Me fascinó tanto lo que allí aprendía que me decidí a compartirlo. Porque entre otras miles de cosas, con la coordinadora de coeducación (LA JEFA) aprendí que COMPARTIR ES VIVIR y bueno, pensé que una buena forma era esta, crear un sitio en el que todo el mundo pueda leer lo que hacíamos, desde mi punto de vista, un punto de vista con la maldita manía de mantener la fe en un mundo mejor construido con nuestras manos. Así nació Diario Coeduca. 
Pero claro, nadie estudia eternamente en un instituto y cuando acabas el bachillerato te tienes que ir para empezar la universidad, para lograr tu meta, la meta por la que llevas luchando tanto tiempo. 
Para mí, he de confesar que ha sido duro, se me han metido entre los huesos dos sentimientos completamente opuestos que luchan por acaparar espacio, por un lado esa curiosidad aventurera que tiene toda buena lectora y que solo piensa en cambiar, en conocer, en descubrir, en comenzar nuevas etapas, en aprender... Por otro la nostalgia de quien sabe que todo le ha ido tan bien, que ha encontrado tanto cariño que no quiere abandonar la etapa que vivía. Pero también LA JEFA  me dijo una vez que cuando alguien quiere permanecer en la vida de una persona permanece y si algo tengo claro es que aquellos que han sido tan importantes en esta etapa lo serán también en la siguiente, que serán presente en mi vida. 
Con respecto al blog... Bueno, cuando se cierra una puerta se abre otra, y cuando cierras un ventanuco se abre un ventanal... si este no se abre con vistas al mar, lo hará con vistas al río Guadalquivir. Hace tres años, cuando descubrí lo que la coeducación significaba, me di cuenta de que iba a estar ligada por siempre a mi vida y por tanto, se nos abre una ventana, un blog con lavado de cara, que seguirá relatando las ideas de una Ceci que sin tener ni idea de nada intentará coeducar al mundo, por eso de hacerlo mejor.